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Cocción de la lubina
La lubina es un pescado blanco que admite múltiples preparaciones, y que estará rico en cualquiera de ellas. Si optas por la más sencilla, la lubina cocida, una buena técnica para prepararla, es introducirla entera en una olla grande, una vez limpia, sin tripas ni escamas, y cubrirla con agua fría, añadiendo sal, una hoja de laurel, un poco de cebolla y un chorro de aceite. Se tapa la olla y se pone al fuego hasta que el agua comience a hervir. En ese momento, se apaga el fuego y se deja la olla con la tapa puesta durante un tiempo de 20 minutos, para que se cocine en ese calor residual.
Tiempo cocción lubina al horno
Si quieres que te quede una lubina al horno exquisita, lo mejor es cocinarla en el horno en una bandeja sobre una base de rodajas de tomate, pimiento, cebolla y patatas que debes cortar también en rodajas finas, todo ello sazonado con sal y añadiendo un chorro de aceite y otro de vino blanco.
Como la lubina requiere menos tiempo de cocción que el resto de los ingredientes, debes colocar previamente la bandeja que contiene la base que acabas de realizar, en el horno precalentado a 200 grados, unos 10 minutos. Durante ese tiempo, puedes aprovechar para limpiar y preparar la lubina, bien entera o bien fileteada en lomos y echarle un poco de sal y después abres el horno y la colocas encima de esa base que ya estará medio hecha. Sólo necesitas un tiempo de cocción adicional de 10 o 12 minutos en el horno para tener la lubina al horno lista para degustar.
Tiempo cocción lubina al vapor
La lubina al vapor se puede preparar entera, pero lo habitual es cocinar la lubina al vapor una vez separados los lomos ya que de esta forma es más sencillo controlar el tiempo de cocción de la lubina al vapor.
Para cocer los lomos de la lubina al vapor, se deben colocar en la vaporera, con el lado de la piel hacia abajo, colocar la tapa y aplicar un tiempo de cocción al vapor a la lubina de unos 12 minutos si se trata de lomos finos o de unos 15 minutos si se trata de lomos gruesos.
La lubina al vapor estará excelente si la sirves con un chorro de aceite de oliva, y si quieres un poco más de elaboración, la puedes servir rociada con una vinagreta creada tras batir aceite de oliva, zumo de limón y un poco de ajo y perejil.